miércoles, 27 de septiembre de 2023

¿Tendremos pensiones?


 Para hablar de las pensiones en España hay que remontarnos hasta 1908, cuando se creó el Instituto Nacional de Previsión para financiar el retiro de los trabajadores. Pero no era obligatorio, en un principio. Eso llegaría en 1919 con el Retiro Obrero. Cada trabajador abonaba diez céntimos al mes. El Estado ponía una peseta, y los patronos, tres pesetas mensuales. Si el trabajador había cotizado durante 20 años, al cumplir 65 años devengaría una pensión de una peseta al día, es decir, 365 pesetas al año.


Todo eso era gestionado por bancos y cajas de ahorro pero a finales de la Guerra Civil gran parte de esos ahorros se lo había fulminado la inflación. Entonces, en 1939 Franco aprobó un nuevo sistema de pensiones que se llamó Subsidio de Vejez. Cada trabajador que se jubilase a partir de aquel año, recibiría una pensión vitalicia la cual sería pagada por los trabajadores que aún estaban en activo. Con ello, se obtenían fondos inmediatos para los jubilados, y se resolvía un problema de caja. Se llamó sistema de reparto.

Era una gran idea porque desde el primer mes se estaban pagando pensiones. Por decirlo llanamente, los jóvenes pagaban las pensiones de los ancianos. Pero era un sistema incompleto porque solo protegía a los que ganaban menos dinero (para acceder había que ganar menos de 6.000 pesetas al año), y no abarcaba todos los sectores. Fue en los años sesenta cuando se mejoró el sistema como se conoce hoy: la ley de bases de la Seguridad Social.

Pero lo que no se preveía era que la baja natalidad iba a ser el origen de la crisis del sistema de pensiones, además se suma el hecho de que las pensiones se han ido subiendo desde entonces y ahora es el mayor gasto del Estado: más de 140.000 millones de euros todos los años. Por un lado está creciendo el número de pensionistas y la cuantía media de las pensiones: la pensión media de los nuevos jubilados supera los 1.400 euros. Pero por otro, por más trabajadores que estén cotizando en activo a la Seguridad Social, sus aportaciones no son suficientes para pagar las pensiones de los que están jubilados. A finales de 2020, la Seguridad Social tenía un déficit de 45.000 millones de euros, un récord histórico. 
Además, súmale que cada año aumentan el año de la edad de jubilación. Es por eso que en España existen dos edades de jubilación ordinaria: la de los trabajadores que llegan a ese nivel de cotización (15 años) y la de los trabajadores que no han conseguido acumular las cotizaciones que marca la ley y tienen que esperar un poco más.
Yo tengo muy claro que llegado mi momento para poder pedir la jubilación de «Papá Estado» (dentro de más de 25 años) el sistema tal y como lo conocemos no existirá y no sé si tendremos derecho a pensión o no, pero lo que es seguro es que no será suficiente para mantener nuestro ritmo de vida actual …
Por lo tanto, no estaría mal ir viendo diferentes modos para poder tener una jubilación digna e ir empezando tomar la riendas de nuestro futuro y no depender de tanto de «Papá Estado».
  1. Planes de pensiones
  2. PIAS (Plan Individual de Ahorro Sistemático)
  3. PPA (Plan de Pensión Asegurado)
  4. Unit Linked o fondo de seguro diversificado
  5. Hipoteca inversa
  6. Venta de vivienda con usufructo
  7. Vivir de las rentas de alquiler de propiedades inmobiliarias
La decisión de seguir teniendo «fe» en este sistema es personal, pero no estaría de más darle un pensamiento sobre este futuro incierto al que vamos de cabeza.

               



Innovando los entornos




En estos últimos años, hemos aprendido que nuestro entorno es muy frágil y que todo puede volverse un caos en cualquier momento. Siempre habíamos pensado que las pandemias globales sólo formaban parte de la ficción o de las realidades apocalípticas de la mente de algún escritor. Pero a partir de la pandemia de 2020 debido a la COVID-19.

A lo largo del tiempo, se han desarrollado diferentes conceptos o pensamientos que nos permitan entender mejor nuestro entorno. 



En la década de los 80 tras la Guerra Fría, se abría un horizonte inédito sin la confrontación de las dos grandes potencias, de esta incertidumbre nace el término VUCA, acuñado por la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos. 

VUCA significa Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad, y se utiliza para describir entornos empresariales que son altamente impredecibles y cambiantes. Durante años, el entorno VUCA reflejó la realidad que vivíamos, pero la pandemia de la COVID-19 nos hizo ver las carencias que tenía el entorno VUCA y apresuró la creación de otro término que pudiera reflejar mejor la sociedad post-pandemia. 

Nace el entorno BANI. BANI va más allá de VUCA porque define una realidad de caos y confusión, yendo mucho más allá de la inestabilidad y la incertidumbre de la que hablaba VUCA.

Por sus siglas en inglés, se puede desglosar de la siguiente forma:

  • Brittle (frágil): Nuestro que entorno es más quebradizo y frágil aunque aparente fuerza.
  • Anxious (ansiedad): La sensación de caos trae consigo el estrés y por ende la ansiedad.
  • Non-linear (no lineal): La situación no avanza de manera lineal ni predecible.
  • Incomprehensible (Incomprensible): Es ilógico y no podemos entender lo que ocurre.
Y cómo contrarrestamos este entorno BANI.














Fuentes:

CONTRATO DE TRABAJO

El contrato de trabajo en España es un acuerdo entre un empleador y un empleado, en el cual el empleado se compromete a realizar un trabajo ...